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Breve historia del Puma 23 |
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Los veleros Puma son un valor seguro, como decía la publicidad de la época. A poco que los cuides, son barcos para toda la vida. El “XXXXX” salió del astillero en 1974 y hasta hoy.
Dado que en los años 70 no se utilizaban los ordenadores para calcular y optimizar los materiales en la construcción de barcos, la solidez del casco de fibra de vidrio de los Puma y de muchos barcos de esa época, contrastada por el paso de los años, es una de las causas de su prestigio. La edad no hace sino añadir valor a estos barcos. Las construcciones actuales han de esperar varios años para demostrar algo similar, lo cual no quiere decir que sean mejores ni peores; simplemente, el tiempo aun no las ha testado.
En el proceso de construcción del casco se aplicaban de 6 a 7 capas de fibra en sentidos alternos. Si bien es cierto que no tienen la rapidez ni la ligereza de los diseños modernos, no se quedan atrás. Son barcos muy marineros, que aguantan mucha mar y se resisten a reducir trapo.
El Puma 23 salio de la mesa de diseño de la oficina técnica de Nao Glass, en Barcelona, que era la división naútica de Industrias Inerga. Basado en un rediseño de los planos de un velerito que sacaron en 1969 y que fue un éxito de ventas: el Vivacity 24 del diseñador Alan Hill. En 1981 evolucionó al Puma 231.
VIVACITY 24


PUMA 23


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